sábado, 5 de noviembre de 2016

Jean-Claude Carrière / "Buñuel fue mi maestro de cine y de vida"

Jean-Claude Carrière
ilustración de triunfo arciniegas

Jean-Claude Carrière
BIOGRAFÍA

"Buñuel fue mi maestro 

de cine y de vida"


CARLES GELI
17 ENE 2009

-¿Le gusta el vino?
El escritor Jean-Claude Carrière (Colombières-sur-Orb, Francia, 1931) esboza una sonrisa. Reconoce la pregunta como la primera que Luis Buñuel le formuló también al conocerle en 1963 en una cena en Cannes, ágape que sellaría una fructífera relación: Diario de una camareraBelle de Jour... En total, nueve guiones y las memorias del maestro. Y, según sus cálculos, unas 2.000 comidas con Buñuel nos contemplan. "Trabajar con él era vivir con él; le encantaba la cocina española y la francesa, pero la sencilla, sin salsas elaboradas; cuando no sabía qué, pedía huevos con chorizo: 'No puede ser nunca malo', decía".
Picotea con tanta fruición como desgrana anécdotas: que si se hablaban en francés (ahí va un trozo de fuet), que si a Bergamín le llamaba El señorito (mordisco de pa amb tomàquet), que si hoy Buñuel sería feliz al ver la mejora de los vinos aragoneses. Es Carrière narrador contrastado (131 guiones), y a esa arma añade las de actor esporádico: un enarcar de cejas en ese rostro con barba que recuerda a un malo de los dramas mexicanos de ese Buñuel que, a los 25 años de su muerte, parece olvidado en España: "En Francia y en México es más conocido y comprendido; ¿quizá rodó poco aquí? En mi país no hay un filme como Viridiana, de tal audacia, tan española y tan universal; Viridiana se tendría que enseñar ahora".

El escritor, que reúne historias del mundo, lamenta la calidad de los guiones de hoy

-Oh! C'est bon! ¡Déjeme disfrutar!
La interrupción es por la primera ensartada de esqueixada. Hasta acabar el plato sólo se sabrá que el director "no buscaba empleados sino gente que le rebatiera" y se ratificará un mito: sí, sólo daba tres segundos de veto a una idea porque "no quería que la razón se impusiera a lo demás". Y de ahí la máxima de Buñuel: la imaginación es inocente. Un chiste si se ven sus películas, ¿no? "No: la imaginación de un autor no ha de limitarse; el pecado de intención no puede existir en el creador".
Entra en calor Carrière, devorando los garbanzos con morro y oreja de cerdo. ¡Al fin quien nos come sin remilgos y con gusto! "El guión no es la última aventura de la etapa literaria sino la primera de algo muy distinto, por eso Bernard-Henri Lévy y Houellebecq han hecho películas tan horribles". La bomba de tocino y legumbre estalla: "El cine se rige hoy por una ley innoble: la falsificación de la acción, que no está ya en la pantalla sino en la cámara; falta imaginación y trabajo en los guiones". Onda expansiva: "El cine ha perdido la fuerza cultural que tenía en los sesenta y setenta, cuando era imposible cenar sin hablar de Fellini, Renoir o Buñuel". Ataca ya el requesón y aún no se le ha preguntado por El círculo de los mentirosos (Lumen), historias del mundo que acaba de recopilar tras años de viajes. "El hombre no miente por placer: con la mentira desea llegar a otras verdades", justifica un libro con obras anónimas y jamás escritas. "Y perduran más que los monumentos: es la victoria del humo sobre el mármol". ¿Explica el hombre lo mismo en todas partes? "No, en África no hay tradición filosófica y la historia es esencial; en el koan [pregunta de significado filosófico] japonés siempre hay un sentido escondido...". Llueve fuera. "La lluvia es vital para una nación fuerte, decía Buñuel... Ah, siempre Buñuel, ¿ve? Fue mi maestro de cine y de vida". Una suerte. 
* Este articulo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de enero de 2009  
EL PAÍS

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