domingo, 8 de abril de 2018

María Félix / La mujer que hizo un lujo de sí misma



María Félix

La mujer que hizo un lujo de sí misma

La actriz mexicana es recordada en el decimoquinto aniversario de su muerte como la diva que inspiró a diseñadores, escritores y compositores internacionales

Eugenia Miras
17/04/2017 09:40h.

María Félix aún después de quince años desde su fallecimiento es el gran icono de la Época de Oro del cine de oro mexicano. Su personalidad fue la máxima expresión de la reinvindicación del poder a través del lujo.La gran diva de México sigue siendo inspiración aunque inimitable.



María Félix
María Félix

Si se pudiera definir en una palabra sería Ella; y todo el hierro que forja a una mujer que ha hecho su gran obra: Interpretarse a sí misma. La actriz mexicana representó el gran papel de su vida desafiando con sobriedad aquella sociedad prejuiciosa y sensacionalista que trataba inútilmente de pisarle los talones.



«No te preocupes cuando hablen de ti, preocúpate cuando no lo hagan»
María Félix, Actriz mexicana

Con esta célebre declaración dejaba muy claro que ninguna estructura social marcaría los límites de su excentricidad.
Dentro y fuera de la pantalla la Doña- llamada así por el personaje de la película de Rómulo Gallegos, Doña Bárbara- se caracterizó por una gran personalidad que la hizo convertirse en una leyenda de interés internacional. Fiel a sí misma obedeció a su instinto con ironía y humor escalando peldaños que parecían imposibles para las de su género. Ningún pantalón le quedaba grande, se dejaba ver bajo sus pieles y piezas excéntricas de joyería; siempre por encima de los hombres, lo suficientemente alto para que pudieran admirarla.



"María Félix nació dos veces, cuando la engendraron sus padres y cuando se inventó a si misma"
Octavio Paz, Premio nobel de literatura mexicano

Su magnetismo traspasó las fronteras del cine dorado de México; para convertirse en la inspiración de grandes diseñadores: Givenchy, Christian Dior, Yves Saint Laurent, Roger Vivier, Chanel y Balenciaga; no en vano fue nominada por las asociaciones de Alta Costura de Francia e Italia, como la mujer mejor vestida de su época, en 1984.
Además de ese estilo particular que rozaba el misterio y la elegante seducción que sólo ella sabía defender, sentía predilección por las joyas más extravagantes y lujosas de esas décadas. El amor entre María Félix y la casa Cartier se convirtió en un hito de la joyería con la creación de varias piezas excepcionales especialmente diseñadas para la Doña.
Aprovechando el culmen del cine de México, pionero en la producción cinematográfica frente a Estados Unidos y Europa, la actriz logró despojar a la naturaleza femenina de los clásicos arquetipos, el sota caballo y rey que se traduce en la época machista del contexto mexicano como: la Virgencita, la malinche y la sumisa. Sin embargo antes de abrirle el camino a las demás sólo ella conocía las aguas peligrosas que surcaba en las hostiles salas de interés social, lideradas siempre por hombres, quienes mostraban respeto vanagloriándola a pesar de ser divorciada y estar criando sola a su hijo Enrique, un escándalo que no tenía lugar en ningún hogar respetable.
Supo esculpir su nombre en los labios de varios núcleos de poder e intelectuales, sin perder nunca su esencia como esa mujer a la que le dedicaron tantos versos y boleros, como María Bonita, canción que escribió para ella el célebre compositor Agustín Lara.



«María Félix es el único mito femenino creado por una mujer. Ella se inventa, ella se hace»
Octavio Paz, Escritor

El arquetipo actual de femme fatale no existiría por sí solo sin María Félix, este calificativo femenino vive bajo la sombra de su nombre, pues fue ella la que aró el camino de la mujer retirando del tablero a aquella pasividad femenina innecesaria, la sumisión y la estupidez sin caer en manos de la dudosa moralidad. María Bonita, llamó a las cosas por su nombre en una sociedad machista llena de tabúes, iconizándose en vida gracias a su mordacidad, su inteligencia, su ironía y su suntuosomodus vivendi.



María Félix con la serpiente de Cartier
María Félix con la serpiente de Cartier

Este espíritu indomable no se dejó caer en ninguna pérdida por muy dolorosa, sino que con toda la tristeza trabajó en sí misma cada día fortaleciendo el legado que nos dejaría: Su gran personalidad.
Su difunto marido, el Charro, Jorge Negrette también apreciado en el cine mexicano contaba con grandes ingresos que a su vez se evaporaban por un ritmo de vida sin igual, aún con deudas de varias cifras encargó para la Doña un collar de esmeraldas que traería consigo una batalla postmortem la cual la llevaría a los Tribunal Supremo de Justicia.



«¿Quién le encargó el collar?, ¿Jorge o yo?, ¡pues cóbreselo al muerto lo caido caido está!»
María Félix, actriz

Con su refinada ironía, la Doña calló durante el entierro de su marido al joyero, quien reclamaba el pago del collar que ese día traía puesto.
Un fallo hepático excusaría a Negrete de abonar el lujoso regalo, sumándose a la lista de deudas heredadas que llevarían al hermano del difunto y a la Doña a litigar. Durante el pleito que ocasinó la joya, dejó claro que ni regresaría el capricho, ni daría su brazo a torcer. Es cierto que su orgullo le costó el precio multiplicado por las esmeraldas, al final destinó una suma como fideicomiso a la hija de su difunto marido Diana. María Bonita salía airosa después de danzar sobre el fuego. "Aunque quiero mucho a Dianita, como viuda me corresponde la propiedad del collar. Además, ya me encariñé con él".



Collar de cocodrilos, pedido de 1975
Collar de cocodrilos, pedido de 1975 - Cartier

Lo que implicaba la fastuosidad en el mundo de la Diva -como también la atribuían por la comparación hecha con las cantantes de ópera a las cuales se las magnificaba- era una alegoría a ese estado de poder a través del culto. Las joyas ostentosas eran como un símbolo de supremacía atribuido. Ella siempre tenía la última palabra incluso donde había un presidenteMiguel de la Madrid, mandatario mexicano en los años ochentas fue sorprendido por la indiferencia que mostró hacia su cargo «¿Y usted cómo se llama?», le había preguntado cuando éste le pidió un autógrafo.
Las leyendas nunca dejaron de circular en torno a cada una de las joyas que portaba. Durante una visita a París encargó en Cartier una replica en joyería de un pequeño cocodrilo, con sus habituales comentarios María les sugirió que se dieran prisa porque el animal no siempre sería una cría.



Collar de serpiente pedido de 1968
Collar de serpiente pedido de 1968 - Cartier

Durante el 2013 el Museo Thyssen -Bornemisza acogió la más importantecolección histórica de la maison Cartier, donde se exhibieron las emblemáticas piezas de María Félix, la clienta más excéntrica de la casa. Junto con las joyas de Grace Kelly, Elizabeth Taylor y Gloria Swanson. Éstas se presentaron en una agrupación llamada El poder del estilo.
Entre los pedidos a Cartier estaban:
Collar de cocodrilos:
Oro1.023 diamantes amarillos fantasía talla brillante para un peso total de 60,02 quilates, dos cabujones de esmeralda forma navette (ojos), 1.060 esmeraldas para un peso total de 66,86 quilates, dos cabujones de rubí (ojos).
Collar de serpiente:
Platino, oro blanco y oro amarillo, 2.473 diamantes talla brillante y baguette para un peso total de 178,21 quilates, dos esmeraldas forma pera (ojos), esmalte verde, rojo y negro.


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